La Biblia es uno de los libros más antiguos y sagrados del mundo, y contiene una gran cantidad de sabiduría y enseñanzas valiosas para aquellos que buscan entender mejor la vida y la espiritualidad. Uno de los temas recurrentes que se encuentra a lo largo de sus páginas es la idea de que «el que da recibe», una verdad universal que se aplica no solo en el ámbito religioso, sino también en la vida cotidiana.
Cuando la Biblia habla de que «el que da recibe», se refiere a la idea de que aquellos que son generosos con los demás, ya sea con su tiempo, su dinero o su energía, recibirán a su vez generosidad de otros y de la vida en general. Esta enseñanza se aplica tanto a nivel personal como colectivo, y puede ser vista como una guía para vivir una vida más plena y satisfactoria.
En el Nuevo Testamento, por ejemplo, se encuentra la famosa cita de Jesús de Nazaret: «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosante pondrán en vuestro regazo; porque con la medida con que midáis, se os medirá a vosotros.» (Lucas 6:38) Esta expresión concreta la idea de que el dar sin esperar nada a cambio es la mejor forma de recibir recompensas en la vida.
En definitiva, la idea de «el que da recibe» es una enseñanza que se puede encontrar en la Biblia y en muchas otras tradiciones espirituales, y que sigue siendo relevante y válida en la actualidad. Ser generosos con los demás puede no solo mejorar nuestras relaciones y calidad de vida, sino que también atrae bendiciones y abundancia a nuestro camino.
Esta enseñanza se encuentra en varios pasajes de la Biblia:
– «Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a los demás, se les medirá a ustedes» (Lucas 6:38).
– «Quien siembra poco, poco cosecha; quien siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría» (2 Corintios 9:6-7).
– «Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida buena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a los demás, se les medirá a ustedes» (Lucas 6:38).
Estos pasajes hacen referencia a la importancia y los beneficios de dar generosamente y con alegría, y la idea de que aquellos que dan recibirán a cambio.
Recibe con amor lo que das, la Biblia lo enseña con pasión.
Como sacerdote de iglesia, he tenido la fortuna de conocer y estudiar la Biblia en profundidad, y una enseñanza que siempre me ha impactado es la importancia de dar con amor y generosidad.
En la Biblia se habla de que lo que siembres, eso mismo cosecharás. Si das amor, recibirás amor y si das generosidad, recibirás abundancia. Esta enseñanza es maravillosa porque nos lleva a ser mejores personas, ya que cuando damos con amor, estamos generando una energía positiva que se multiplica y nos beneficia a todos.
La pasión con la que se habla de esta enseñanza es evidente, ya que se nos invita a no dar solo lo que sobra, sino a dar lo mejor de nosotros mismos y de forma desinteresada. Esto no solo nos hará sentir bien con nosotros mismos, sino que también hará bien a quienes reciben nuestra generosidad.
La Biblia nos enseña, con mucha pasión, que cuando damos con amor, estamos sembrando semillas que pueden convertirse en grandes bendiciones. Recibe con amor lo que das, y verás cómo tu vida y la de quienes te rodean se transformará de manera positiva.
Que ver además en Biblia:
La Biblia nos invita a ser generosos con amor y sin esperar recompensa.
La Biblia, el libro sagrado, nos enseña a ser generosos con amor y sin esperar recompensa alguna. Esta enseñanza se presenta en diferentes pasajes bíblicos, como en Proverbios 11:25 – «El alma generosa será prosperada; y el que riega, también será regado» o en Lucas 6:38 – «Den, y se les dará: se les volcará sobre el regazo una medida buena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, así les medirán a ustedes».
Ser generosos con amor es una expresión de nuestra fe y una manifestación de nuestro amor por Dios y por nuestros hermanos. Es importante recordar que no se trata de dar para recibir, sino dar por el simple hecho de ayudar a otros y ser de bendición en sus vidas.
El amor y la generosidad son valores fundamentales en la fe cristiana, tal como lo enseñó Jesús: «Mi mandamiento es este: que se amen los unos a los otros como yo los he amado» (Juan 15:12). Al poner en práctica este mandamiento, podremos marcar una gran diferencia en el mundo, contribuyendo a crear un entorno de amor, compasión y solidaridad entre los seres humanos.
En resumen, la Biblia nos anima a ser generosos con amor y sin esperar recompensa alguna en este mundo. Al hacerlo, no solo cumplimos con un mandamiento de Dios, sino que también estamos contribuyendo a construir un mundo mejor, más justo y más amoroso.
Cosecha lo que siembras: La guía sabia de la Biblia para la vida».
Hay una antigua y sabia enseñanza que dice: «Cosecha lo que siembras». Y es que la vida nos muestra el resultado de nuestras acciones. Si sembramos amor, cosecharemos amor. Si sembramos odio, cosecharemos odio. Si sembramos paz, cosecharemos paz. Y así sucede con todo lo que hacemos en la vida.
La Biblia nos ofrece una guía sabia para vivir nuestra vida de acuerdo a los valores divinos. En ella se nos muestra la importancia de sembrar buenas semillas para obtener una buena cosecha. Y esto no se refiere solamente a la alimentación o a la agricultura, sino también a cómo nos relacionamos con los demás, cómo tratamos a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, y a cualquier persona que se cruce en nuestro camino.
La palabra de Dios nos recuerda que no debemos sembrar la discordia ni la envidia, no debemos mentir ni engañar, no debemos herir a nadie de ninguna manera. En cambio, debemos sembrar el amor, la bondad, la paciencia, la justicia y la humildad. Y esto no es solo para obtener una buena cosecha en nuestra vida terrenal, sino en la vida eterna, en la cual seremos juzgados por nuestras acciones.
Así que te invito a que reflexiones sobre tus acciones diarias, y a que te preguntes qué semillas estás sembrando en tu vida y en la vida de los demás. Recuerda, «Cosecha lo que siembras».
Esperamos haber aportado luz sobre uno de los temas más relevantes en la vida de los cristianos: el acto de dar y recibir. Como hemos visto, la Biblia no solo nos insta a ayudar a nuestro prójimo, sino que nos asegura que aquellos que dan, también recibirán. Es un ciclo virtuoso en el que todos salimos beneficiados, y al mismo tiempo honramos a Dios con nuestras acciones.
Así que, ¡no dudes en dar de ti mismo! Ya sea con un gesto de amabilidad, una donación para una buena causa o simplemente tu tiempo y atención para alguien que lo necesita. Recuerda, la generosidad no solo es un acto bondadoso, sino que también es una forma de sembrar abundancia y felicidad en nuestras vidas.
¡Hasta la próxima!

Soy un fiel seguidor de la iglesia cristiana que busca vivir de acuerdo a los principios de Dios.
Escribo artículos sobre la Biblia, el propósito de Dios, el significado de la vida y el amor de Dios.
A través de mis artículos trato de dar luz a las palabras de Dios para que puedan entenderlas mejor y vivir una vida centrada en Él.