Que Prometio Jesus Cuando Subio Al Cielo

¿Qué prometió Jesús cuando subió al cielo? Esta es una pregunta que muchos se han hecho a lo largo de los siglos. La ascensión de Jesús es un momento crucial en la historia del cristianismo, pero ¿qué significó realmente para sus seguidores?

Jesús prometió muchas cosas a sus discípulos antes de su ascensión al cielo. En primer lugar, les prometió que enviaría al Espíritu Santo para que los acompañara en su misión de difundir el mensaje del evangelio. Él dijo: «Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra». (Hechos 1:8)

Además, Jesús también prometió que volvería algún día. Les dijo a sus seguidores: «No se preocupen por el día ni por la hora. Nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino solo el Padre. Así que estén preparados, porque el Hijo del Hombre volverá en la hora en que menos lo esperen». (Mateo 24:36,44)

La ascensión de Jesús no fue solo el final de su ministerio terrenal, sino también el comienzo de una nueva etapa para sus seguidores. Fue una señal de que su trabajo en la tierra había sido completado y que ahora era el momento de que ellos continuaran con esa obra en su nombre.

En conclusión, la ascensión de Jesús al cielo fue un evento trascendental que marcó el inicio de una nueva era para sus seguidores. Él les prometió enviar al Espíritu Santo para guiarlos en su misión, y también les aseguró que un día volvería. Como cristianos, es nuestra tarea continuar con su obra en la tierra y esperar con esperanza su retorno glorioso.

Jesús prometió varias cosas cuando subió al cielo, entre ellas:

1. Enviará al Espíritu Santo para ayudar y guiar a sus seguidores (Juan 16:7).
2. Regresará en algún momento futuro para juzgar al mundo (Juan 14:3).
3. Preparará un lugar en el cielo para aquellos que creen en él (Juan 14:2-3).
4. Mandará a sus discípulos a predicar el evangelio por todo el mundo (Mateo 28:19-20).

De la tierra al cielo: promesas divinas para nuestra vida terrenal

Queridos hermanos y hermanas, hoy quiero hablarles sobre las promesas divinas que nos esperan en nuestra vida terrenal. Como sacerdote de iglesia, he presenciado cómo muchas personas luchan por alcanzar la felicidad en este mundo, pero sin lograrlo del todo. Sin embargo, las Escrituras nos enseñan que Dios tiene planes maravillosos para cada uno de nosotros y que sus promesas son reales y tangibles para nuestra vida.

Desde la creación del mundo, Dios ha prometido:

  • Amor incondicional: Dios nos ama sin importar nuestras fallas y pecados. Él nos acepta tal y como somos porque somos sus hijos amados.
  • Protección y seguridad: El Señor nos promete su protección en todo momento y lugar. Su presencia nos da confianza y fortaleza para enfrentar cualquier adversidad.
  • Sanación y salud: Dios quiere que estemos sanos y plenos en nuestra vida. Él es nuestro médico divino y puede sanar nuestra mente, cuerpo y alma.
  • Provisión y prosperidad: El Señor nos provee todo lo que necesitamos para vivir en este mundo. Él nos bendice con abundancia para que podamos compartir con otros y hacer su obra en la tierra.
  • Vida eterna: La promesa más preciosa de todas es la vida eterna en el cielo. Dios nos ofrece la salvación a través de su Hijo Jesucristo y la fe en su sacrificio en la cruz.

Estas promesas divinas son para ti y para mí. No importa quiénes seamos, cuál sea nuestra situación actual o lo que hayamos hecho en el pasado, Dios siempre está dispuesto a brindarnos su amor y su misericordia.

¿Cómo podemos hacer realidad estas promesas en nuestra vida?

La clave está en creer en Dios y confiar en su Palabra. Debemos buscar de él a través de la oración y la lectura de las Escrituras. Debemos vivir nuestra fe en el mundo y ser testimonio del amor de Dios para los demás.

No te rindas en tu camino hacia las promesas divinas. Recuerda que Dios es fiel y siempre cumple sus promesas. Confía en él y verás su mano poderosa obrando en tu vida.

Queridos hermanos y hermanas, las promesas divinas son reales y para todos. Dios nos ama y nos quiere hacer felices aquí en la tierra y en la vida eterna en el cielo. Acepta su amor y vive en la plenitud de su gracia todos los días de tu vida.

«Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros.» – 2 Corintios 1:20

Que ver además en Jesucristo:

 

Jesús prometió lo más grande al partir, ¿quieres saber qué? ¡Lee la Biblia!

Como sacerdote de la iglesia, es mi deber recordarles que Jesús prometió una de las cosas más grandes de la fe cristiana antes de partir de la Tierra. La pregunta es, ¿quieres saber qué es?

¡Lee la Biblia!

Es en sus páginas donde encontramos la respuesta a esta pregunta absolutamente increíble. La Palabra de Dios es nuestra guía en todo momento, y nos muestra el camino a seguir para alcanzar la salvación y la vida eterna.

Entonces, ¿cuál es la promesa más grande que hizo Jesús antes de su partida? A través de la lectura de la Biblia sabremos que se trata de la promesa del Espíritu Santo:

«Pero yo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya porque, si no me voy, el Abogado no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.»

Esta promesa es un regalo inmenso, porque el Espíritu Santo es quien nos da la fuerza para seguir adelante en nuestra fe, nos guía en momentos de duda y debilidad, y nos ayuda a crecer espiritualmente. Él está siempre con nosotros, confortándonos en momentos difíciles y haciéndonos sentir la presencia amorosa de Dios en todo momento.

Por ello, te invito a que te sumerjas en la lectura de la Biblia para descubrir más sobre esta y muchas otras promesas de Jesús. No te arrepentirás de conocer más sobre nuestra fe y te darás cuenta de lo bello que es seguir el camino de Jesucristo.

¡Que Dios los bendiga y les guíe en su camino hacia la salvación eterna! Amén.

Con Jesús, confiar es la llave a nuestra salvación. ¡Subamos juntos al cielo!

En nuestra fe como cristianos, el sagrado evangelio nos enseña que con Jesús, confiar es la llave a nuestra salvación. Él nos invita a subir juntos al cielo y obtener la vida eterna.

El ejemplo de confianza de los discípulos

La historia de los discípulos nos brinda un gran ejemplo de confianza en Jesús. Estos hombres dejaron todo para seguir al Salvador y confiaron plenamente en Él, aunque en muchas ocasiones tuvieron dudas y miedos.

Una de esas ocasiones fue cuando Jesús les invitó a cruzar el mar de Galilea. Mientras navegaban, se desató una gran tormenta que los puso en peligro. Pero a pesar de ello, ellos confiaron en Jesús.

Y así, Jesús calmó la tempestad y les demostró que su confianza en Él era justificada. Esta misma confianza hoy se nos pide a nosotros también. Debemos tenerla en cuenta cuando enfrentamos las pruebas de la vida, y especialmente cuando enfrentamos la muerte.

La llave de nuestra salvación

En nuestra vida, se nos presentan muchas tentaciones que pueden hacernos olvidar nuestra meta celestial. Pero al confiar en Jesús, sabemos que él nos ayudará a superarlas y a mantener nuestro camino hacia la vida eterna.

Por eso, en esta cuaresma, debemos aferrarnos a la mano de nuestro amado Salvador. Él es la llave que nos abrirá las puertas del cielo. Y juntos, subamos hacia el encuentro con nuestro Padre Celestial.

¡Que la confianza en Jesús sea nuestra guía en el camino hacia la salvación!

En conclusión, la promesa de Jesús cuando subió al cielo es una de las más esperanzadoras para los cristianos de todo el mundo. Al dejarnos su Santo Espíritu, en nuestro corazón llevamos una llama que nos guía hacia la verdad y el amor, y nos permite vivir cada día siguiendo sus enseñanzas. No te pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia transformadora, ¡deja que Jesús sea el centro de tu vida!

Descubre el amor y la verdad que Jesús tiene para ti. ¡Vive como un verdadero cristiano!

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